Manzanillas: Tesoro Prehispánico en la Mesa Guatemalteca

Las manzanillas son un fruto nativo de nuestras tierras, por ello las encontramos en una de las bebidas típicas de la época navideña, el ponche y es un adorno esencial del Nacimiento guatemalteco.

Recuerdo que cuando rezabamos la novena al Niño Dios al pie del Nacimiento, los niños nos ibamos comiendo las manzanillas que adornaban el Nacimiento.  

En México les llaman tejocotes, palabra que proviene del náhuatl, Texocotl, un término conformado por Tetl que significa “algo duro, piedra” y Xocotl, que se traduce como “fruto agrio o agridulce”, es decir, “fruto duro de sabor agrio”.

Este fruto ha sido aprovechado desde la época prehispánica por diferentes grupos indígenas de Mesoamérica, quienes primero recolectaban sus frutos y posteriormente, para facilitar su aprovechamiento plantaron los árboles en sus jardines. Con la llegada de los españoles, las manzanillas comenzaron a ser seleccionados y plantados en huertos productivos con la finalidad de mejorar su sabor y aumentar su tamaño, actividad que se mantiene hasta nuestros días.

En Guatemala las Manzanillas en mermelada son un dulce tradicional que se sirve en tuzas o en vasito, por la abundancia de pectina de la fruta, se forma una deliciosa gelatina natural y por eso también encontramos los Espejitos o el Ate de Manzanilla.  Es un ingrediente especial del  ponche, bebida tradicional de las Posadas y la Navidad y si te toca una taza de ponche con manzanilla, te sacaste la lotería!!