Entre tortillas y hilachas, crecimos felices

Para nosotros, los chapines, las hilachas son uno de esos pequeños lujos cotidianos.En estos tiempos de prisa, donde cocinar se ha vuelto un verdadero reto —sobre todo cuando se trata de rescatar los sabores de nuestra tradición—, las hilachas siguen siendo un platillo que reconforta el alma. Este recado tan nuestro se prepara con tomates, […]

Hilachas

Para nosotros, los chapines, las hilachas son uno de esos pequeños lujos cotidianos.
En estos tiempos de prisa, donde cocinar se ha vuelto un verdadero reto —sobre todo cuando se trata de rescatar los sabores de nuestra tradición—, las hilachas siguen siendo un platillo que reconforta el alma.

Este recado tan nuestro se prepara con tomates, miltomates y chile guaque, cocidos lentamente en el mismo caldo donde antes se coció la carne de res, especialmente elegida para este platillo. El toque final lo dan la papa y la zanahoria, que no solo enriquecen el sabor, sino que lo convierten en un plato completo, sabroso y nutritivo.

En casa, había un día para las hilachas cada semana —aunque nunca sabíamos cuál iba a ser, y eso lo hacía aún mejor. El gusto comenzaba al bajar del bus del colegio, cansados pero contentos, y al abrir la puerta, sentir ese aroma que llenaba la casa y te hacía volver a la vida.
Sentarse a la mesa, ver tu platito de hilachas frente a ti, tomar una tortilla calientita, ponerle un poco del recado con carne… y al final, limpiar el plato con la última tortilla.

¡Éramos felices, y ni siquiera lo sabíamos!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »
Shopping cart close